Serie: ¿Homofobia… tendencia eclesial del fundamentalismo cristiano?
Parte 3
El Homosexualismo, posibles causas psicológicas y biológicas
Por Giovanny Muñoz
El fenómeno de la homosexualidad no puede seguir siendo ignorado, ni por la teología, ni por la iglesia, y menos por la sociedad. Por estas razones, he tratado de acercarme al tema basándome, en primer lugar, sobre algunos conceptos de la psicología para, en segundo lugar, buscar una conexión del homosexualismo a través de la historia antigua, lo que finalmente y en tercer lugar, permitirá que nos aproximemos a las causas de la homofobia desatada por el fundamentalismo cristiano; para así, poder dar finalmente unas apreciaciones y conceptos teológicos y bíblicos personales acerca del tema.
Entrando en materia, cuando nos referimos a las causas del homosexualismo, lo que podemos decir es que el término es molesto para algunos, quienes incluso, no quisieran que se hablara de «causas» de la homosexualidad, como no se habla de «causas» de la heterosexualidad. De todas formas vamos a mencionar con la mayor brevedad posible, algunas de las diferentes maneras como la psicología, la biología han interpretado este fenómeno.
Lo primero que debemos mencionar con referencia a la homosexualidad, es que no existe consenso entre los estudiosos respecto a su origen de la orientación homosexual de una persona. Es muy probable que la atracción sexual de una persona hacia miembros del mismo sexo sea el resultado de una compleja combinación de factores. Algunos de estos factores pueden ser hereditarios y otros debido a influencias externas o a la experiencia.
Para no alargar el asunto, en este artículo mencionaremos algunos estudios psicológicos y biológicos que han dado origen a seis teorías que han intentado explicar el porqué de la orientación homosexual. Las tres primeras teorías ponen el énfasis en variables experienciales y sociales; las tres últimas ponen su énfasis en el estudio de variables genéticas, fisiológicas y neuroanatomías, pero las seis teorías tienen en común que buscan los agentes causantes de la orientación homosexual.
- Teoría psicodinámica
Sigmund Freud postulaba que los niños durante su crecimiento atraviesan por una serie de fases psicosexuales (oral, anal, fálica, de latencia, y genital). Durante la fase genital, que comienza con el inicio de la pubertad (12 años aproximadamente) se activa el interés y la atracción hacia individuos del sexo contrario. Sin embargo, si se producía una detención del desarrollo de estos estadios por experiencias traumáticas se originaría la homosexualidad en una persona. Freud, argumentaba que en un complejo de Edipo no resuelto: el sujeto permanece enamorado del progenitor de sexo opuesto y así, más tarde, no podría ejercer relaciones heterosexuales. Para Freud los homosexuales son desviados respecto al «objeto» sexual, pues necesariamente no buscan el sexo opuesto sino su propio sexo.[1]
2. Teoría conductista
El conductismo representó la revolución más radical en el enfoque del psiquismo humano. Su nacimiento se suele centrar en J.B. Watson, no obstante, se considera como los principales autores del conductismo a Pavlov y Skinner, pues consolidaron las nociones más elementales del conductismo. De acuerdo con Skinner la conducta es influida significativamente por sus consecuencias, y el contexto influye en el individuo. Lo sorprendente de Skinner es que utilizo múltiples aplicaciones respecto al principio de reforzamiento. Creo varios moldeamientos, aplicaciones, métodos y programas que incluyen el uso de reforzadores. Con base en esto, el conductismo afirma que se aprende a ser homosexual o heterosexual desde los primeros años de vida, según el tipo de experiencias «reforzantes» que el individuo haya tenido. Se nace varón o hembra biológicamente, pero se aprende a ser heterosexual u homosexual.[2
3. Teoría del aprendizaje social
El teórico más destacado del aprendizaje social es Albert Bandura. De acuerdo a esta teoría, los niños aprenden, en un contexto social, mediante la observación e imitación de modelos y la conducta aprendida se refuerza mediante un sistema de recompensas y castigos. Conforme a este modelo, el comportamiento sexual, pese a su enorme complejidad, es también objeto de aprendizaje. [3] En sentido amplio, este comportamiento implica tanto el aprendizaje de las motivaciones, los sentimientos, las conductas de seducción y de los roles masculino y femenino, como el aprendizaje sexual en sentido estricto, es decir, dar y recibir placer. Así, según lo planteado por esta teoría, la homosexualidad es el fruto de un aprendizaje de modelos equivocados, o de mantener relaciones sexuales homosexuales en la infancia.
4. Teoría genética
De forma general, esta teoría postula que la homosexualidad es innata, su origen y factor responsable se encuentra en los genes, principalmente por la presencia de características asociadas al cromosoma X transmitido por la madre. La investigación pionera en este sentido es la del médico Alemán Kallman (1952), quien estudió la orientación sexual de diversas parejas de gemelos encontrando una concordancia del 100% para la orientación homosexual, con lo que procedió a confirmar que la homosexualidad tenía un fuerte componente genético; no obstante, las criticas metodológicas no tardaron en aparecer, ante lo cual el mismo Kallman terminó afirmando que sus resultados había que tomarlos con prudencia. Otros estudios más recientes como los de Bailey y Pillard (1991, 1993, 1994, 1995) no han podido confirmar las posibilidades iniciales de los estudios de Kallman, sin embargo, según señalan estos investigadores, los resultados siguen apuntando a un fuerte componente etiológico genético de la homosexualidad tanto entre hombres como en mujeres. Cabe resaltar, que aunque las concordancias existen, los resultados aún siguen estando muy lejos de poder afirmar que la homosexualidad tiene un origen genético, lo más que se podría afirmar es que tal vez los genes influyen en cierta forma en la orientación sexual de una persona. No es correcto, por tanto, decir que la homosexualidad tiene un origen genético, ni es tampoco cierto que se haya encontrado o aislado como se dijo en su momento por los medios de comunicación el “gen gay”.
5. Teoría hormonal
Colodny, Masters, Hendryx, Toro y Dorner (1971-1976) postularon que dado que todos los seres humanos poseemos hormonas sexuales masculinas o femeninas, andrógenos y estrógenos, en diferente proporción, se debería hacer estudios que pongan relieve en los niveles hormonales (compensación o descompensación) como agentes determinantes de la orientación homosexual tanto en hombres como en mujeres. Desde estos supuestos cabría esperar que en un hombre homosexual se encontrara mayor nivel de estrógenos y menor de andrógenos, y viceversa en una mujer con orientación homosexual, que en sus homólogos heterosexuales; el hecho es que los resultados no apoyan esta teoría, e incluso son contradictorios, pues varias investigaciones han demostrado que no existe una «correlación significativa» entre desequilibrio hormonal y homosexualidad.
6. Teoría neuro-anatómica
Esta teoría pretende demostrar que la orientación homosexual encuentra su causa en algunas estructuras del cerebro, en concreto, hace referencia al tamaño de un área del hipotálamo. El neuropatólogo norteamericano LeVay (1991) afirmó tras algunas investigaciones comparativas, que el tamaño de los núcleos intersticiales del hipotálamo de hombres heterosexuales era dos veces mayor que el de las mujeres heterosexuales y hombres homosexuales. Sin embargo, las críticas metodológicas tampoco se tardaron en aparecer, además de no poder asegurar que los heterosexuales estudiados lo fueran o no, o que el estudio se haya realizado con homosexuales enfermos de SIDA (lo cual pudo haber afectado el tamaño del hipotálamo) entre otras, son razones de peso para tomar con cautela los resultados.
En conclusión, encontramos que todas las explicaciones acerca de las causas de la homosexualidad que tienen como base el ámbito de la psicología, aunque con notables diferencias, postulan que esta es adquirida, y que la clave fundamental se encuentra en el entorno de la persona y en su propio aprendizaje; por otra parte, las teorías de origen biológico, buscan encontrar la causa de la homosexualidad tomando como base factores etiológicos de naturaleza orgánica, de las cuales es menester resaltar que por el momento no se ha podido demostrar a través de ellas la causa de la homosexualidad; es posible eso sí, que alguno de los factores genéticos, hormonales o neuro-anatómicas influya o predisponga a una persona para que tenga una orientación homosexual. En definitiva, y a pesar de tantos estudios tanto psicológicos como biológicos acerca de las causas que originan la orientación homosexual, concluyo que es necesario admitir que no tan solo se desconoce con exactitud las causas de la homosexualidad, sino que también se desconoce cuál es su naturaleza. Pareciera como si todo indicara que debemos que inclinarnos por adoptar un modelo interaccionista y multifactorial en el que se integren tanto factores psicológicos y biológicos, como los factores socioculturales, que puedan ser, en conjunto, las causas de la orientación homosexual, que influyen en menor o mayor medida, dependiendo de las características particulares de cada individuo. En honor a la verdad, me inclino más por las teorías psicológicas que las biológicas, tal vez, y debo mencionarlo, por haber realizado estudios universitarios en psicología y en teología. Pero también, y en conocimiento de algunos estudios universitarios que tienen que ver con la biología; por su inexactitud de lo que postulan y los resultados encontrados.
Me queda como creyente y habitante de una época con gran avance tecnológico, médico y psicológico, estos interrogantes: ¿si no sabemos con exactitud las causas del homosexualismo, será que tenemos el conocimiento suficiente para modificar esta orientación? ¿será una crueldad incitar a una persona homosexual, cuando llega a una comunidad de fe, a que cambie su orientación e impulso sexual?
En el próximo artículo entraremos ya a estudiar la historia de la homosexualidad, en especial en las épocas bíblicas, y su trato por parte de los hagiógrafos bíblicos y los padres de la Iglesia.
Giovanny Muñoz
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